Viajar es algo indispensable. Sirve para desconectar de nuestras rutinas, oxigenar nuestra mente, tomar perspectiva de las cosas que nos rodean, y sobre todo, descubrir nuevos paisajes, nuevas gentes y experimentar nuevas sensaciones. Viajar en bicicleta es todavía mejor.
La bici nos permite observar con tranquilidad, parar, interactuar con el entorno de manera sosegada y con otros ciclistas o transeúntes. Eso sí, viajar en bicicleta, como cualquier otro tipo de viaje organizado por uno mismo requiere de una preparación y planificación específica. Antes de salir te enfrentarás a preguntas como: ¿Dónde voy a dormir? ¿Qué voy a llevar encima? ¿Y cómo? ¿Cuántos kilómetros planifico hacer al día? ¿Ruta circular o de punto a punto? ¿Voy a ir solo, acompañado o con niños?
En este post te vamos a dar, desde nuestra propia experiencia, 7 consejos para afrontar con garantías y disfrutar de tu primer viaje en bicicleta.
1. ELIGE EL ITINERARIO Y DÓNDE DORMIR
Ésta es la primera decisión que tendrás que tomar en relación a tu viaje en bici. ¿A dónde vas a ir? A la hora de organizar tu primer viaje te aconsejamos no aventurarse demasiado. No vayas a una zona muy remota donde pueda ser complicado encontrar agua o solucionar cualquier imprevisto que pueda surgir como la rotura de algún componente de tu bicicleta.
Existen múltiples rutas de varios días ya creadas por otros ciclistas que te pueden ayudar en tu primera aventura. Estos itinerarios los puedes encontrar ya divididos por días, o en un track completo. Para buscarlas nosotros usamos Komoot o Wikiloc, aunque buceando por Internet y buscando rutas por zonas concretas también las puedes encontrar.
Puede ser una ruta circular o del punto A al punto B. Una ruta circular te facilitará la logística de volver a casa o al punto de inicio, en cambio si al acabar la ruta tienes que utilizar el transporte público para volver es complicado, ya que meter la bicicleta en una bolsa en trenes, buses o aviones puede ser un engorro según donde te encuentres.
Para dormir te aconsejamos diseñar o modificar una ruta ya creada según donde vayas a dormir, si es que lo sabes de antemano. Básicamente hay dos opciones: ir con hoteles/hostales reservados y así estableciendo las rutas diarias con fin donde vayas a dormir, o ir a la aventura y dormir en tienda de campaña o al raso. Esto último te permitirá poder decidir sobre la marcha, pero deberás cargar el peso extra de una tienda de campaña, saco de dormir, utensilios para cocinar y comida, claro. Además, en algunos países está prohibido acampar, solo permitiendo dormir con vivac (una especie de saco de dormir muy resistente a la intemperie).
2. ELIGE LA DURACIÓN Y LA ÉPOCA ADECUADA
No es lo mismo un viaje en bicicleta de una noche de verano que una ruta de varios días en Invierno. A más días más material deberás llevar encima, haciendo la bicicleta más pesada, más lenta y menos ágil. Según donde vivas, nuestra recomendación es realizar este tipo de viajes durante primavera y otoño en zonas cálidas y verano en zonas más frías. Lo decimos por el peso extra que deberás cargar en ropa de abrigo como por las horas de luz natural.
Eso sí, te recomendamos igualmente llevar una chaqueta técnica impermeable en cualquier época del año, en zonas elevadas la temperatura nocturna puede descender rápidamente, y si duermes en tienda o al raso la agradecerás.
Además, debes tener en cuenta que las horas de luz solar en invierno menguan, por lo tanto, necesitarás luces con una gran autonomía para rodar con seguridad durante las primeras y las últimas horas del día.
3. ELIGE LA BICI ADECUADA
El tipo de bicicleta que mejor te irá vendrá determinado por la ruta que vayas a hacer, y viceversa. No será eficiente hacer una ruta con su mayor parte de asfalto en bici de montaña, o una ruta con tramos de tierra con una bici de carretera. Si hay un tipo de bici que se adapta a la perfección a largas rutas por las que es posible que tengas que pasar por diferentes tipo de terreno son las bicicletas de gravel.
Realmente las bicis de gravel se comportan de maravilla sobre gravilla, asfalto, tierra, piedra y cualquier otro tipo de superficie. Además, dentro del segmento de gravel existen bicicletas más enfocadas a la aventura que cuentan con características ideales como orificios extra para instalar alforjas, bolsas y botelleros o un paso de rueda generoso para pasar por zonas embarradas.
4. LO QUE VAS A NECESITAR
Esto es importante. Lo tienes que llevar todo en la bici. Y a más peso más esfuerzo deberás realizar. Cuánto material cargues dependerá en gran por cuántos días vas a estar de ruta y cómo vas a dormir, aunque hay algunas cosas básicas que debes llevar sí o sí. Por ejemplo, GPS con la ruta cargada, documentación, dinero en efectivo, herramientas básicas para solucionar cualquier imprevisto, cámaras de recambio, mechas y algo de líquido tubeless si vas sin cámaras, bridas, aceite lubricante, inflador, luces, power bank y cargadores, barritas energéticas, frutos secos …
Además de toda la ropa de recambio. En este aspecto lo ideal es llevar lo mínimo. Menos es más. No pasa nada por llevar el mismo maillot dos días seguidos. Lo importante es tener una muda de descanso cómoda, que te permita relajarte y recuperar fuerzas para el día siguiente. Un pantalón de chándal, por ejemplo, es básico para nosotros. Además ocupa poco.
Si vas a dormir en tienda la cosa se complica, evidentemente. Además de la tienda de campaña, que ya son 1,5 kilos de peso mínimo, hay que sumarle la esterilla, el saco de dormir y, opcionalmente, equipamiento para cocinar. Un fogón portátil y comida deshidratada tipo noodles es lo mejor si vas a dormir lejos de la civilización. Solo necesitarás suficiente agua para darte un festín por la noche de comida envasada y para hacerte un buen café por la mañana y despertarte de golpe.
Si quieres más información sobre cómo prepararte adecuadamente y qué elementos son imprescindibles para llevar en tu próximo viaje en bicicleta, no te pierdas este post. En este artículo encontrarás una guía más detallada y completa que te será de gran ayuda para tu viaje.
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5. CÓMO CARGARLO TODO
Existen multitud de bolsas de bikepacking y alforjas para cargar todo el material que necesitas en tu aventura en bici.
Las bolsas de bikepacking se pueden montar en diferentes puntos de la bici como el manillar, el tubo horizontal, el espacio interior del cuadro y la tija de sillín. Existen de muchísimos tamaños y son bastante económicas para empezar equipando tu bici para un viaje.
Las alforjas, en cambio, necesitan de anclajes previamente instalados en la bicicleta. Esto proporciona una gran estabilidad, y a nivel de capacidad suelen ser más grandes que las bolsas de bikepacking.
El beneficio de las bolsas respecto a las alforjas es que al no requerir de anclajes se puedan montar en prácticamente cualquier bici si dan las medidas. Se montan y se desmontan rápido, igual que las alforjas, pero las bolsas tienen el pequeño inconveniente de que se pueden mover ligeramente (sobre todo la bolsa de sillín si es muy grande) haciendo el pedaleo un poco incómodo.
En realidad, en este punto no te podemos aconsejar, dependerá de tus gustos y preferencias por bolsas o alforjas, aunque si tu bici no cuenta con puntos de anclaje no te quedará otra opción que montar bolsas de bikepacking.
6. VIAJAR SOLO, ACOMPAÑADO O CON NIÑOS
Viajar solo en bicicleta es una experiencia única. La soledad te da para mucho, pensar, disfrutar del entorno, entablar conversación más fácilmente con otros ciclistas… pero ir en familia, y con niños es otro nivel.
Ver en sus caras la felicidad de estar descubriendo un mundo nuevo es impagable. A la hora de viajar con ellos, tantos kilómetros, durante tantos días, pueden ser inabarcable.
Por lo tanto, si vamos con peques hay que adaptar la ruta a menos kilómetros, con el mínimo desnivel posible, y teniendo en cuenta que vamos a tener que parar constantemente a descansar, jugar, comer, beber …
Otra opción es llevarlos con remolque. De esta manera podrás abarcar prácticamente la misma distancia que viajando solo, ellos irán cómodos admirando el paisaje, y podréis disfrutar igualmente de un viaje en bici en familia.
7. DISFRÚTALO
Es el último, pero también el mejor consejo que te podemos dar: disfruta el viaje. Después de prepararlo todo minuciosamente para minimizar las posibilidad de un imprevisto en ruta que te fastidie el viaje, toca vivirlo y disfrutarlo. Has estado trabajando todo el año para obtener unos días de vacaciones, ahora toca descubrir nuevos destinos y pasarte todo el santo día encima de tu bicicleta. No se nos ocurre un mejor plan, pero cuidado, esto engancha. Antes de acabar tu primer viaje en bici estarás pensando ya en el próximo y en cómo mejorar la distribución de tus enseres. Estás avisado/a.
