Zapatas de freno Miche Shimano Aluminio Negro

Las zapatas de freno Miche Shimano Aluminio Negro son una excelente opción para aquellos ciclistas que buscan un frenado seguro y eficiente en sus bicicletas de montaña o de carretera. Estas zapatas de freno están diseñadas para ser utilizadas en frenos V-brake y tienen una longitud de 55 mm y un ancho de 11 mm, lo que las hace compatibles con una amplia variedad de llantas de aluminio.

El material de estas zapatas de freno es de goma, lo que les proporciona una excelente capacidad de frenado en condiciones de humedad y lluvia. Además, su peso por pieza es de tan solo 6 gramos, lo que las hace muy ligeras y no afectará el rendimiento de tu bicicleta.

Estas zapatas de freno son adecuadas para el tipo Shimano, lo que significa que son compatibles con una amplia variedad de bicicletas de montaña y de carretera que utilizan frenos Shimano. Además, cada paquete contiene 4 piezas, lo que te permitirá reemplazar las zapatas de freno de ambas ruedas de tu bicicleta.

Si estás buscando unas zapatas de freno de alta calidad y rendimiento para tu bicicleta, las zapatas de freno Miche Shimano Aluminio Negro son una excelente opción. Con su diseño duradero y su capacidad de frenado superior, podrás disfrutar de una experiencia de ciclismo más segura y cómoda.

Miche nace en el año 1919 de la mano de Ferdinando Michelin, que comenzó a fabricar bicicletas y componentes, y tras más de 90 años de experiencia se ha convertido es una empresa líder mundial. Sus componentes especiales para bicicletas (de carretera, de pista y de montaña) son diseñados y fabricados totalmente en Italia.

Para la construcción de sus productos, Miche emplea las tecnologías y procesos de producción más innovadores y los mejores materiales y aleaciones ligeras. Todo el proceso de fabricación de los productos Miche se lleva a cabo en la fábrica de San Vendemmiano (Treviso, Italia) y se tiene un control directo de todo lo que sale de la fábrica.

La pasión por el ciclismo se ha ido transmitiendo de generación en generación y aparece en cada uno de los procesos. Los técnicos trabajan con gran profesionalidad y le dan a cada parte del proceso el cariño que se merece. Para validar el funcionamiento y la resistencia de los componentes, se llevan a cabo pruebas en la empresa, análisis de laboratorio y las piezas son sometidas a testeos constantes tanto en la fábrica como en la carretera.