Muchas veces vamos en bici y nos encontramos unos metros más delante con un coche que abre la puerta sin mirar, y estamos cerca de ser golpeados, o si tenemos tiempo de rectificar movemos rápidamente la bicicleta para evitar el choque.
Todos los días se producen situaciones de este tipo. Y para intentar ponerle solución, han tenido que venir los holandeses (grandes expertos en ciclismo urbano) con este sencillo truco.
Cuando estamos dentro del coche y queramos salir, en lugar de abrir con la mano más cercana a la puerta, tenemos que hacerlo con la mano contraria. De esta forma giramos el cuerpo, vemos mejor el retrovisor y la parte trasera.