Más de 1,5 millones de bicicletas son robadas cada año. Y de ellas sólo son recuperadas el 2,4%.
Daniel Idzkowski y Yves Perrenoud que conocían esta problemática de cerca. Descubrieron que en tan sólo unos minutos los candados tipo U más habituales, se cortaban con radiales móviles en tan sólo unos minutos.

Para solucionar este problema crearon SkunkLock, un candado de bicicleta en forma de U, que si se corta libera una nube de productos químicos que hacen que el ladrón salga corriendo y abandone su propósito. El compuesto liberado no es tóxico y está dentro de la legalidad. Tan sólo asusta al ladrón, que puede quedar cegado temporalmente, notar dificultades en la respiración y tener ganas de vomitar. El compuesto se libera cuando el ladrón corta un 30% del candado.
Idzkowski se unión al ingeniero suizo y amante de las bicicletas Perrenoud y desarrollaron el producto perfecto. El compuesto, creado para este fin y patentado, se llama «fórmula D_1». Ahora están recaudando fondos en una campaña de crowfunding en IndieGogo
Os dejamos el vídeo para que veáis el candado en funcionamiento: