Prooü Ribó, zapatillas fabricadas a mano en pleno S. XXI

Dicen las crónicas de la época que cuando La Vuelta pasaba por Barcelona se formaban interminables colas en la puerta. Bahamontes, Poblet, Julio Jiménez o Lejaretta son algunas de las leyendas del ciclismo que pasaron por el pequeño taller de Orestes Ribó en el barrio barcelonés de Poblenou a por unas de sus zapatillas. En 1945, Orestes Ribó abrió su taller de confección de calzado artesano priorizando la calidad de los materiales de primerísima calidad y prestando mucha atención a los detalles.

VER TODAS LAS ZAPATILLAS PROUÜ

La bici, antes del auge del coche, era el método de transporte habitual dentro de las ciudades, por lo que el mercado de unas zapatillas de calidad reforzadas para ir en bicicleta era enorme. Los profesionales, eso sí, utilizaban una especie de cala, que no era más que una horma con un corte horizontal donde se encaja el pedal. Así conseguían mayor rigidez y mejor una transmisión de la fuerza al pedal. Debido a los estragos de la Segunda Guerra Mundial en Europa, las ventas se dispararon entre los ciclistas que pasaban por Barcelona, ya que no había en Europa otro fabricante de zapatillas de ciclismo de tal nivel de calidad. Ribó empezó a distribuir también a través de tiendas de bicicletas, dónde se empezaban a vender accesorios, componentes y ropa ciclista.

VER ZAPATILLAS PROOÜ RIBÓ MENDRISIO CORSA NEGRO CON CALA

Con el paso de los años, Orestes Ribó hijo se hizo cargo del taller, manteniendo el espíritu y el método artesanal de producción. Se abrió mercado al motociclismo de trial, con una suela especial, y al mountain bike, con una suela reforzada respecto a la clásica de carretera y calas Look también de carretera, que posteriormente fueron modificadas a las SPD de Shimano.

Desde 2011, Orestes trabaja de manera artesanal conjuntamente con Prooü, marca formada por el diseñador industrial Joan Esteve y el marketer Joan Bonmatí. Con un extenso catálogo de modelos de zapatillas también apuestan por la personalización, es posible elegir la zapatilla tal como la quiere el cliente. Materiales, suela, lengüeta y acabados a gusto del consumidor. Todo desde el mismo pequeño en el que empezó Orestes Ribó padre en 1945 ubicado en Poblenou.

“Nuestros productos tienen una línea estética muy marcada”, explicaba Joan a Ciclosfera. “Están inspiradas en las zapatillas clásicas, pero obviamente adaptadas a la actualidad y pensadas para el commuter que quiere utilizarlas para pedalear hasta su puesto de trabajo y, al mismo tiempo, llevar un calzado elegante. Hemos trabajado conjuntamente con Orestes Ribó para dar con una horma igual a la que se utilizaba entre los años 40 y 60, pero con ligeros cambios para que la zapatilla sea más cómoda y resistente”.

Son zapatillas para llevar tanto en invierno como en verano: el forro calienta el pie en invierno mientras los agujeros ayudan al ciclista con la transpiración. Zapatillas únicas, hechas a mano pieza por pieza, durables y muy cómodas.

COMPRAR ZAPATILLAS PROOÜ RIBÓ EN SANTAFIXIE