Después de 10 años de ciclismo urbano, de pinchazos, de mojarnos cuando llueve, de llegar sudados a los sitios cuando hace calor, de respirar toda la contaminación de la ciudad y no contribuir a generar más hemos decidido dar un paso atrás. Por eso, la nueva bici de Santafixie será un coche.
Nos hemos dado cuenta de que nuestra lucha no tiene ningún sentido. Fabricando, vendiendo y poniendo cada año más de 5.000 bicis en las calles contribuimos a que el aire que respiramos sea más limpio, cosa de la que nos beneficiamos los que vamos en bici y los que contaminan. Pacificamos las ciudades, haciéndolas más amables y tranquilas, pero los ayuntamientos se empeñan en hacer carriles bici sin sentido y ponernos trabas.

Los carriles bici no están conectados. Suben a las aceras y luego bajan. Pasan por detrás de marquesinas de buses y contenedores. Algunos finalizan en medio de la nada. Además, los semáforos penalizan a las bicicletas en la mayoría de las intersecciones. Por si fuera poco, en algunas ciudades como Madrid el ayuntamiento está eliminando parte los que había y en Barcelona remodelaciones como la de la Vía Laietana arrinconan a la bici.
Así que nos hemos hartado. Estamos muy cansados de la débil apuesta por el ciclismo urbano y nos cambiamos de bando. Vamos a contaminar, vamos a ocupar espacio en la ciudad, mucho espacio. Vamos a engordar viendo series mientras la inteligencia artificial nos lleva a los sitios. Vamos a ir a estos sitios reclamando un lugar donde aparcar. Y vamos a ir en nuestra nueva bici, que es un coche: el Santafixie Model SNTFX.
Algunos dirán que es un Tesla Cybertruck con nuestro logo pero en realidad es mucho más. Es libertad. Es poder ir por donde nos dé la gana, por calles diminutas del centro urbano o por en medio del bosque destrozándolo todo. Como en el fondo nos preocupamos por el medio ambiente el Model SNTFX es eléctrico, pero todavía no sabemos qué haremos con las baterías cuando se agote su vida útil, ya veremos. Todos sus consumibles como los neumáticos, aceites y lubricantes también contaminan, pero los llevaremos al punto limpio y ya es como si no existieran. Ahí desaparecen para nosotros.
En definitiva, a partir de hoy Santafixie cambia el rumbo, nos los pedía la sociedad, la economía del país, las instituciones y nuestras manos heladas de ir en bici en invierno.

Decidnos qué os parece nuestro nuevo rumbo y os leemos desde la pantalla de 14” de nuestra nueva bici, que como ya sabéis, es un coche.