“Spinta” viene del italiano, significa empujón, ese impulso inicial que el ciclista busca cuando la carretera mira al cielo. Un impulso eléctrico, como la movilidad que viene, eléctrica, poco a poco, sin darnos cuenta, toma las ciudades, y lo hace con acierto y sutileza. Leemos que uno de cada cuatro ciclistas urbanos tiene o planea tener una bicicleta eléctrica. Es una excelente noticia para un sector que vive el momento dulce que se le negaba por la dictadura de ciudades tomadas por el tráfico.
“La bicicleta eléctrica sigue creciendo” nos apunta Oriol Domènech desde “Spinta Bikes” en una relajada charla de tarde de julio. La Covid19 sigue marcando el paso en todos los ámbitos, también en el empresarial y los resultados de ciertos sectores. En ese sentido: “Lo cierto es que esta crisis ha puesto en compromiso el transporte público y las condiciones que en él se dan -perfila Oriol-. Ahí entramos nosotros como actores clave en la movilidad de las ciudades”.
La e-bike en tres palabras
Cuando le preguntamos a Oriol por tres conceptos que le ronden la mente sólo mentando el termino “bicicleta eléctrica”, tarda un poco pero lo resuelve seguro: “Es sostenible, contribuye a bajar la contaminación de las ciudades, también práctica, fácil de guardar en cualquier sitio, y manejable, pues te permite ir fácil y rápido por la ciudad”.
El argumentario, aunque preclaro, hay que darlo mascado. En las semanas recientes mucha gente se ha interesado por el producto, pero la venta no siempre se plasma. “Parece que desde hace tres semanas las cosas se han animado, y lo que viene pinta bien” apunta en medio de un contexto, el económico, que no es el más favorable en todos los casos y el usuario mide bien sus posibilidades.
Lo que la bicicleta eléctrica debe tener
Preguntado por las claves de una buena bicicleta eléctrica, nos lo resume fácil: “La batería es importante, nosotros damos unas autonomías de 40 a 60 kilómetros y 250 vatios, eso en una media de 20 kilómetros diarios implica unas tres cargas semanales. Luego valoramos el peso, pero sobre todo que se maneje bien, trabajamos en sistemas de transporte de la bicicleta que no implique cargar a pulso con 15 kilos de peso y por último el espacio que ocupan plegadas”.
En ese caso un modelo Urbano 14 o Urbano 16, varía por el diámetro de la rueda, plegado es como un cubo que no sobrepasa los 83 centímetros de altura. Comodidad, pero también elegancia, hay gente que valora mucho los modelos que transmiten personalidad y te dan distinción por la ciudad. La “Spinta Strada” es una bicicleta vintage, de líneas elegantes y acabados tales como sillín y manillar en polipiel marrón: “No parece eléctrica”.
En la “Spinta Corso” el usuario se encuentra un diseño poco común que genera interés y la “Spinta Viale” se ubica en el tope de gama, con cambios y frenos hidráulicos. Ahora es el momento de la E bike, y Spinta Bikes trabaja mano a mano con Santafixie en poner en valor un producto, la bicicleta eléctrica, que tiene todos los elementos para seguir creciendo.
Puedes echar un vistazo a todos los modelos de bicicleta eléctrica Spinta disponibles en este enlace.
Por Ibán Vega – El Cuaderno de JoanSeguidor