gafas de ciclismo

Las ciudades ciclistas de David

ciudades ciclistas de David
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La primera entrada de este blog desde donde traté de contaros curiosidades y realidades de la bicicleta en Shanghai, fue una presentación más personal. Hoy os voy a presentar mis ciudades. Madrid, Pekín y Shanghai.

En las tres utilizo la bicicleta como medio de transporte.

Madrid, para moverme por Carabanchel y centro de la ciudad utilizo una bici clásica Peugeot de principios de los 90, pintada de blanco.

david barrionuevo milana madrid

Madrid esta haciendo grandes esfuerzos por insuflar las ganas de montar en bicicleta en la población. Queda mucho por hacer. El primer paso y fundamental es perder el miedo e introducir la bicicleta como un vehículo más en la calzada. No más bicicletas por la acera! Por favor.

Asentada a 800 metros de altura. Callejear por el centro es una delicia. Son recomendables desarrollos en la bicicleta. Aquí también tengo una bicicleta cruiser pero apenas la utilizo.

david barrionuevo milana madrid

Pekín. El progreso conlleva el uso del coche y la necesidad de crear plazas de aparcamiento. Espacio que pierda la bicicleta. Año tras año la bicicleta pierde terreno pero mantiene sus adeptos, de todas las edades y una buena señal es que se mantendrá en el futuro. Los colegios e institutos tienen los parkings repletos de bicicletas.

Esta situada a nivel del mar y es totalmente plana. A las afueras, al norte, zona donde se construyó la Muralla comienzan las montañas. Allí aún mantengo la bicicleta que he usado durante 7 años, una bicicleta de piñón fijo negra.

david barrionuevo milana bici fixie

david barrionuevo milana pekin

Shanghai. La ciudad más grande de China. Casi o más de 25 millones de personas y muchos nos movemos en bicicleta. También al nivel del mar y no separada cien kilómetros como ocurre con la capital china. /strong>Las calles del centro están prohibidas a la bicicleta, incomprensible, pero siempre dan alternativa. Paralela a las grandes avenidas donde está prohibido circular con bicicleta siempre hay una alternativa, estas calles suelen estar repletas de puestos callejeros de comida y apartadas de la vorágine de los grandes centros comerciales. Son casi dos ciudades paralelas, la de los coches y la de las bicicletas. También totalmente plana. En Shanghai utilizo a Milana, que así se llama mi bicicleta.

david barrionuevo milana shangai

En China, Corea del Sur, Japón, Vietnam, Mongolia he rodado con la bicicleta de viaje. Ya os contare semejanzas y diferencias del uso de la bicicleta en estos países.

Como ya escribí hace tiempo en mi blog. No se si soy extranjero en China o soy extranjero cuando vuelvo a Madrid. Sobretodo en bici. Cuando ruedo en Madrid pienso en ciudades como Pekín o Shanghai donde son millones de bicicletas rodando al mismo tiempo.

Podríamos desde el sector de la bicicleta echar balones fuera y criticar al ayuntamiento por el asfalto. Bastante peligroso en ciertos tramos y más peligroso si cabe en grietas aisladas donde meter nuestra rueda delantera y acabar por los suelos.

Arremeter con quien diseño la temeridad de rodar por el carril central en las grandes avenidas, donde muchas veces te adelanta un coche por la derecha y un autobús por la izquierda. Todo esto en Madrid.
En las ciudades chinas, circulando en coche por la ciudad, puedes girar a la derecha en cualquier intersección aunque el semáforo este en rojo. Regla de tráfico. Se supone que agiliza el tránsito. La consecuencia para las bicicletas es que cada cada cruce siempre te puede salir alguien por la derecha y por sorpresa.

Aquí, allí y en todas partes. Las bicicletas en la calzada donde corresponde como vehículo que son.

Para acabar voy a contar una anécdota. Situaros en la provincia de Xinjiang, en el oeste de China. Casi a cinco mil kilómetros de Pekín. Rodaba por la carretera nacional con buen arcén, casi un carril más. Iba cruzando el norte del desierto de Taklamakan.

Imaginaros la situación de cuando vais en bici, cuando se ve el calor que desprende el asfalto y como se ven venir los coches a lo lejos, que no son más que diminutos puntos brillantes en la lejanía. En sentido contrario viene un camión y un coche comienza su adelantamiento. En un segundo veo que viene hacia mi un coche adelantando y un segundo coche, que inicia su adelantamiento del coche que esta adelantando a su vez utilizando el arcén por el que yo voy. Vienen hacia mi los dos coches y pasa uno por la derecha y otro por la izquierda en sentido contrario.

No lo pensé. Seguí ruta. Lo recuerdo ahora y se me ponen los pelos de punta.

En la próxima entrega, como se diseñan las ciudades para acoger a las bicicletas.

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